Como avanzar cuando Dios te da una Vision

El corazón de Nehemías se rompió cuando escuchó la noticia. Su amada ciudad estaba en ruinas. Las calles de la ciudad por las que había corrido cuando era niño ahora estaban desoladas. Su hermosa casa de la infancia fue demolida. Pero peor que eso, las puertas que rodeaban su ciudad, una señal segura de la protección y provisión de Dios, habían sido destruidas por sus enemigos.

Tan fuerte fue la angustia de Nehemías que rompió en llanto al enterarse de esta noticia. El dolor permaneció en su espíritu mucho después de que sus lágrimas se secaron. Llevó consigo la tristeza y la desesperación, clamando a Dios en su dolor.

Pero incluso cuando el dolor lo perseguía, Dios le dio a Nehemías una visión, y la idea de ver su ciudad restaurada. Comenzaría con la restauración de las murallas de la ciudad. Esto no fue una hazaña fácil y el desafío sería abrumador. Algunos incluso dirían que era imposible.

Tal vez puedas relacionarte. Dios también te ha dado una visión. Tal vez no fue una visión real en medio de la noche. Tal vez sea solo un aleteo en tu corazón. Con un susurro, el Espíritu habla en la quietud. Su visión podría ser acoger a un niño, iniciar un nuevo negocio, educar a su hijo en casa o escribir un libro.

Sea lo que sea, es posible que esté mirando la tarea y sienta que es imposible. Puede dudar de tener la fuerza y ​​el coraje para lograrlo. Puedes pensar que otras personas están destinadas a hacer grandes cosas para Dios y bueno, solo eres… tú.

No creas las mentiras del enemigo. Si Dios le ha dado una visión, puede proporcionarle todos los recursos que necesita para lograrla. Como demuestra la historia de Nehemías una y otra vez, nadie puede oponerse a la voluntad de Dios.